Mientras empezamos a recuperarnos del COVID-19, cada vez es más difícil encontrar guarderías de calidad y asequibles. Según una encuesta de Care.com [ING], el costo del cuidado de los niños es el más alto de la historia. En la actualidad, quienes viven en Estados Unidos (EE.UU.) y Puerto Rico (PR) gastan anualmente aproximadamente $28,354 en el cuidado de niños en el hogar, y $9,589 en el cuidado en centros, se informa en el índice Care.com [ING]. Esto significa que las familias emplean, en promedio, 10% o más de sus ingresos familiares en gastos de cuidado, niñeras, programas extraescolares y preescolares.
Para poner realmente este precio en perspectiva, en 2019, The Atlantic informó [ING] que la persona promedio podría comprar un Hyundai Elantra nuevo cada año por lo que cuesta cuidar a sus hijos.
Al tratar de mantenerse al día con estos costos, muchos padres se han visto obligados a reducir sus horas de trabajo, cambiar de trabajo o incluso dejar la fuerza laboral por completo. Aunque estas opciones podrían devolverle algo de dinero en el cuidado de los niños, no debería tener que dejar su trabajo sólo para ahorrar.
Siga estos siete consejos útiles para reducir los gastos de la guardería sin que ello afecte su trabajo.
1. Compare los precios utilizando las tarifas de las niñeras en línea o las calculadoras de impuestos de las niñeras
Para presupuestar y asegurarse de que ha encontrado la opción más asequible para sus necesidades de cuidado de niños, tendrá que investigar un poco y hacer números.
Empiece con una calculadora de precios base para determinar cuánto le costará un cuidador como una niñera [ING] o una babysitter [ING]. Para comprender mejor las distintas opciones de cuidado de niños, puede calcular las tarifas por hora, semana, mes o año. También puede tener en cuenta otros elementos clave para ver cómo afectan al precio, como el número de hijos que tiene o los años de experiencia que debe tener su cuidador ideal.
Por ejemplo, una niñera que acaba de empezar puede ser una opción asequible en comparación con una niñera con muchos años de experiencia. Además, algunas cuidadoras pueden ofrecer un descuento por tener varios hijos.
2. Compruebe si su empresa ofrece una cuenta de gastos flexibles para el cuidado de personas dependientes (DCFSA, por sus siglas en inglés)
Si tiene un trabajo tradicional con prestaciones, es muy probable que su empresa ofrezca una Cuenta de Gastos Flexibles [ING] para el Cuidado de Dependientes (DCFSA, por sus siglas en inglés).
Una DCFSA le permite depositar dinero antes de impuestos en una cuenta separada específicamente para gastos de cuidado de niños. La cuenta puede asignar miles de dólares al año, dependiendo de la cantidad que ingrese y del número de hijos que tenga. A continuación, puede deducir esa cantidad de su renta imponible y utilizarla para pagar los gastos de cuidado de los niños.
El dinero de la DCFSA puede ayudarle a cubrir una serie de gastos de cuidado infantil. Según FSAFEDS [ING], los padres con una DCFSA ahorran un promedio del 30% al año en servicios infantiles. Estos gastos permitidos incluyen los campamentos de verano, el cuidado antes y después de la escuela, las niñeras, el preescolar y la guardería.
Puede perder el dinero de la cuenta si no lo utiliza al final del año, así que planifique con antelación para saber cómo va a gastar el dinero y así poder maximizar sus ahorros.
3. Aproveche los créditos y ventajas fiscales
Si no puede contribuir a una DCFSA, aproveche los créditos fiscales que pueden suponer un alivio para el costo de la mayoría de las guarderías.
Una opción es el crédito fiscal por cuidado de niños y dependientes, que se ha incrementado este año. El crédito fiscal por hijos tiene ahora un valor de hasta $3,600 por hijo menor de 6 años y de $3,000 por hijo de 6 a 17 años, lo que supone un aumento de aproximadamente $1,000 con respecto a 2020. Otro cambio significativo es la elegibilidad para el crédito. Antes, las familias tenían que cumplir un nivel de ingresos para recibir los fondos, pero ahora, incluso si se tienen 0 ingresos, es posible obtener el crédito fiscal por hijos.
Además, los padres que reúnan los requisitos podrán empezar a recibir anticipos el 15 de julio de 2021, y esto continuará hasta diciembre. Así que mientras que la mayoría de los créditos fiscales no le dan un beneficio de ahorro hasta abril, puede comenzar a obtener un ahorro de costos inmediato.
Además de los créditos federales, no se olvide de investigar lo que su estado puede ofrecer en términos de créditos o exenciones fiscales.
4. Explore los subsidios y programas de cuidado infantil
Los programas subvencionados son una opción útil para las familias con bajos ingresos. Los estados reciben fondos del gobierno federal y con ese dinero gestionan ayudas gratuitas o de bajo costo para el cuidado de los niños, es decir, subvenciones. Los servicios de ayuda también incluyen los programas Head Start y Early Head Start, así como el preescolar financiado por el estado.
Otra opción es el Child Care and Development Block Grant. Aunque el nivel de ayuda financiera varía según el estado, ofrece una cierta reducción de costos para el cuidado de los niños.
Algunas personas también pueden obtener ayudas adicionales para el cuidado de los niños. Hay servicios de apoyo especiales para los nativos americanos, las familias nativas de Alaska y las familias nativas de Hawai. También hay programas como Child Care Aware of America, que ayuda a los miembros del servicio militar que necesitan cuidado infantil. Y otros específicos para estudiantes de secundaria con hijos.
Para comprobar su elegibilidad para estos programas y aprender más sobre los subsidios y la ayuda financiera del gobierno visite Childcare.gov [ING].
5. Busque en las ONG e instituciones religiosas
Llame o envíe un correo electrónico a las casas de culto de su zona para ver si tienen un programa de guardería, podría ahorrarle bastante dinero. Muchas iglesias ofrecen guarderías de bajo costo como parte de su ministerio y proporcionan servicios de alta calidad que suelen ser bastante más baratos que las guarderías privadas. Lo mejor de todo es que no es necesario ser miembro de la organización, ni siquiera ser religioso, para beneficiarse de estos programas.
Si no se siente cómodo llevando a sus hijos a una guardería religiosa, las organizaciones sin ánimo de lucro como YMCA [ING] y el Boys & Girls Club [ING] son grandes opciones asequibles.
6. Únase a una cooperativa de cuidado de niños
Contar con la ayuda de otros padres puede ser una forma ideal de reducir los costos del cuidado de los niños para todos. El concepto de cooperativa consiste en intercambiar servicios de niñera, por lo que si tiene un horario de trabajo flexible puede ser ideal. Puede trabajar con otros padres de confianza de su comunidad local e intercambiar el cuidado de los hijos de los demás. Pregunte en su vecindario o en su círculo de amigos para ver si conoce a gente que quiera participar, o utilice una página web como Sit4Sit.com [ING] y Care.com [ING] para localizar a otros padres interesados en su zona.
Además de las cooperativas [ING] de padres, también puede considerar las cooperativas asistidas por el empleador, que pueden utilizarse para el cuidado de niños en el lugar de trabajo o en un centro cercano al mismo. El centro funciona de forma similar a la guardería de los padres, pero implica la ayuda financiera y laboral de un empleador.
7. Recibir a un au pair
Si necesita una guardería las 24 horas del día, el precio puede dispararse rápidamente. Sin embargo, puede reducir esos costos considerando los servicios de una asistente interna a través de una agencia au pair [ING].
Un au pair es un cuidador internacional que quiere vivir en el extranjero durante un tiempo. El acuerdo suele implicar el pago de un salario, así como comida y alojamiento, a cambio de servicios de cuidado de niños a tiempo completo. Por lo general, un au pair cobra mucho menos que una niñera interna, así que, si tiene algo de espacio extra en casa, vale la pena considerarlo
Muchas de las agencias au pair también ofrecen descuentos si tiene varios hijos o es militar. Otros acuerdos de au pair pueden compensarse con la ayuda del empleador o con los mencionados créditos fiscales.